domingo, 17 de mayo de 2020

Plantel casero, sembrando vida, salud y soberanía alimentaria.

Aprovechando que hoy, por fin, la previsión meteorológica no daba lluvias en Albacete hemos podido disfrutar la mañana plantando parte del plantel que llevamos semanas preparando en casa.

El precioso plantel preparado en nuestra casa.

Da gusto ver como van creciendo las plantitas que con tanta dedicación y cariño hemos estado cuidando en la terraza de casa. Tomate de Lietor, tomate moruno, tomate de Georgia, pepinos, calabacines, calabazas y acelgas rojas han tomado ya posesión de su trocito de huerto en el que seguiremos atendiéndoles con mimo.

Las tomateras ya en su nuevo hogar.

Una buena parte de ellos proceden de semillas seleccionadas por nosotras mismas, con lo que conseguimos perpetuar esas especies autóctonas fruto del trabajo de cientos de años de los agricultores locales ante el voraz apetito monopolizador de las grandes multinacionales de las semillas, depredadores que no dudan en apropiarse de la biodiversiodad para, así, seguir engrosando sus arcas.

Poco a poco se va llenando el huerto.

Apetecía ya salir a tomar el sol al huerto tras una semana de lluvias. La tierra, abonada la semana anterior con nuestro propio compost, se mostraba mullida y esponjosa, preparada para acoger a las jóvenes plantas que en unas semanas empezarán a regalarnos sus deliciosos frutos.

Eliminando las adventicias de entre los ajetes.

Los guisantes y las habas, tras recoger todas las vainas que nos han ofrecido, ya estaban pidiéndonos continuar el ciclo de la vida en una fase diferente, cediendo su espacio en el huerto a las siguientes especies.

¡Viva la diversidad!

Las adventicias insistían en mantener invadido el pasillo de acceso al huerto, por lo que hemos tenido que cortarlas e integrarlas en el compost.

Ya queda menos para recoger los ajos.

Una soleada mañana bien aprovechada en el huerto disfrutando con el canto del ruiseñor, los verdecillos, los gorriones y la algarabía de las cigüeñuelas.

El ruiseñor amenizando nuestro trabajo.

El miércoles, aprovechando la tregua que nos dio la lluvia por unas horas, nos acercamos a visitar los colmenares de Las Peñas. En estas fechas no puedes descuidar la atención de nuestras queridas himenópteras ya que se encuentran en pleno fase de crecimiento y desarrollo de sus colmenas.

Las cigüeñuelas visitan los charcos del huerto.

Algunas de ellas ya estaban pidiendo que les ampliásemos el espacio colocándoles las alzas y otras insinuaban que quizás era el momento de iniciar una nueva andadura lejos de su actual colonia en forma de núcleos que, tras desarrollar una nueva reina en otro colmenar, acabarán convirtiéndose en nuevas colmenas.

Como entre nuestros dos colmenares de las Peñas tenemos que pasar por una de nuestras fuentes preferidas aprovechamos la coyuntura para llenar nuestras garrafas y así abastecernos de exquisita agua de la sierra sin tener que generar ningún residuo plástico. 

No dudéis en hacer lo propio cuando en alguna de vuestras salidas al campo tengáis la ocasión de pasar por alguna de las maravillosas fuentes con las que no obsequia la naturaleza. Dejemos de generar residuos plásticos de una vez por todas, vuestro bolsillo y el medio ambiente os lo agradecerán.

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