Los acontecimientos nos muestran cada vez más lo necesario que es para la pervivencia del planeta, y por ende de la especie humana, cambiar sustancialmente las relaciones que tenemos a prácticamente todos los niveles.
La pretendida quimera liberal del crecimiento ilimitado es una evidente falacia, absolutamente irrealizable en un medio finito, solamente sostenida por la pretensión de unos pocos de seguir enriqueciéndose y ampliando sus cuotas de poder a costa de los recursos del planeta y las vidas del resto de seres que lo habitan.
Los paradigmas del capitalismo consumista condicionan nuestra existencia hasta el punto de que en muchas ocasiones somos incapaces de imaginar una forma de vida diferente más allá del individualismo exacerbado. Todo para mi y, como excusa, para los míos.
Trabajar, medrar, "crecer", ganar más para poder tener más, para poder comprar más, más grande, más potente, más moderno, más actual..., sin otra consideración que la satisfacción inmediata de falsas necesidades creadas desde la mercadotecnia. Hipoteca tu existencia, tu tiempo, para continuar siendo una persona insatisfecha.
Consciente de esta realidad, y de mi propio futuro profesional intenté tiempo atrás, junto a un grupo de compañeras, poner en marcha un proyecto de cohousing productivo al que llamamos "yo me tiro al monte", que por diferentes circunstancias no fuimos capaces de convertir en una realidad concreta.
Nuestro pequeño huerto ecológico. |
Un par de años después de pergeñar este proyecto se confirmaron, antes de lo previsto, mis peores presagios laborales. De un día para otro, sin previo aviso, tras casi veintitrés años trabajando en la empresa, se presentó en mi oficina el responsable de personal de la compañía con mi carta de despido y un hermoso talón asumiendo el despido improcedente.
Con cincuenta años se antojaba complicado retomar mi carrera profesional, como así se está demostrando tras diecisiete meses desempleado sin haber podido optar ni a una sola entrevista de trabajo. Había pasado el tiempo de iniciar un proceso de decrecimiento feliz y voluntario encontrándome, por contra, en la necesidad de afrontar el decrecimiento forzoso.
Uno de nuestros colmenares en una finca ecológica de cítricos. |
Afortunadamente mis circunstancias vitales no son las peores para poder encarar esta situación, máxime cuando este era un proceso que deseaba haber iniciado tiempo atrás.
Contar con un pequeño patrimonio, no tener hipotecas y tener por pareja a una funcionaria con quien compartir un proyecto de vida diferente son circunstancias que ayudan.
Uno de los aguardos para la observación de fauna de 4birding. |
Consciente de lo complicado de volver al mercado laboral, y teniendo como máxima que quien trabaja en lo que le gusta siempre está de vacaciones, estoy intentando poner en marcha algunos proyectos de marcado carácter rural, una pequeña explotación apícola y un proyecto sin ánimo de lucro de observación de la naturaleza, además de seguir compartiendo el trabajo del huerto con mi pareja, así como un montón de iniciativas que intentaré ir presentándoos en este blog.
La casa menguante pretende ser el lugar en el que ir contando nuestra estrategia para minimizar nuestro impacto en la naturaleza y en la sociedad, a la vez que recogemos todas las aportaciones que deseéis compartir con nosotras para acercarnos a nuestro objetivo, vivir mejor con menos.
Es el camino. El único que nos queda y el más sabio y satisfactorio. Consumir menos, disfrutar más de lo que tenemos y ser autosuficientes en lo que sea posible. Desde la ciudad también se puede. Muchos éxitos!
ResponderEliminarSin lugar a dudas que desde la ciudad también se puede hacer mucho, pero resulta más complicado disponer de un espacio para colocar el gallinero ;)
ResponderEliminarJajaja.... Ya me imaginé el gallinero en mi terraza. Hasta se vuelven voladoras mis gallinas!
ResponderEliminarPues cuidado con gallinazos y zopilotes jejejeje.
ResponderEliminarahí estamos compañero¡¡¡¡ casi estoy en tu situación pero creo que me van a llamar a trabajar en cuanto acabe este confinamiento.... es lo que tiene, a ver si conseguimos arrancar y nos tiramos al monte ya¡¡
ResponderEliminarNo estaría mal, ya me vas contando.
Eliminar